

¿Qué relación tienen una edificación romana antigua de orígenes latinos y una iglesia construida posteriormente durante el Renacimiento?
Como su propio nombre indica, el Renacimiento fue un resurgir de los valores clásicos, entre los que se incluyen los romanos. Lo que en principio fue ideado por Bramante, que tras su muerte pasó a estar en manos de Rafael y Sangallo, que tras la muerte de Rafael, primero, y posteriormente Sangallo se le encomendó finalizar la obra a Miguel Ángel, quien planteó la basílica con una planta de cruz griega y un diseño de imponente monumentalidad como fin. Veinticuatro años después de su muerte, dos arquitectos finalizarían su proyecto con pocas variaciones.

Incluso en la presentación del proyecto final y el desarrollo de la basílica, observamos la presencia de elementos arquitectónicos romanos y griegos como son la monumentalidad, la planta de cruz griega o la propia cúpula.
En esos aspectos coincide el Panteón de Agripa, una basílica romana que, como la de San Pedro, tenía una función religiosa. Su planta es de sección circular, que es como estaba planeada que fuese la de San Pedro en un principio. El Panteón ha tenido una enorme trascendencia en la arquitectura occidental. Durante el Renacimiento, los artistas y arquitectos que volvieron los ojos hacia la antigüedad clásica no podían pasar por alto, como ya hemos visto, uno de los edificios más bellos y mejor conservados de toda Roma. Brunelleschi estudió el Panteón para la construcción de la cúpula del Duomo de Florencia, punto de partida de la arquitectura renacentista. Bramante y Miguel Ángel lo recrearon en obras como el Templete de San Pietro in Montorio o la Basílica de San Pedro.



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