
El latín se extendió como lengua común a lo ancho y largo del Imperio conforme se iba formando, pueblos bárbaros, polis... todos debían conocer dicha lengua. Claro que, conforme pasó el tiempo, distintas zonas comenzaron a independizarse del habla romana creando poco a poco palabras y estructuras morfológicas propias en cada territorio. Esto sería una de las causas de la fractura del Imperio, pero sería como ya he dicho mucho más tarde.
Además del latín, todos los territorios propiedad de Roma, procesaban los mismos derechos romanos y códigos legales. Esto afianzo el trato igualitario entre ciudadanos del centro del Imperio y de las zonas más exteriores.

La homogeneidad era clave para la unión del Imperio por lo que, además de en el ámbito político, se respeto en las distintas expresiones artísticas. Si todos aquellos que vivían en cualquier parte del Imperio tenían las mismas condiciones que los romanos de cualquier otra zona, la unificación estaba garantizada. De ahí que todos los templos, anfiteatros, teatros, planificaciones urbanas: calles, foro... fueran lo más parecidos posibles. Para ello se normalizaron normas estrictas en cuanto a los estilos, elementos, etc. de cualquier ciudad o edificación.




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